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La crisis del COVID-19, un paso más de la Edad Oscu... (V). La búsqueda de la Tradición Primordial.

Actualizado: 14 sept 2021

Queridos seguidores de Magna Ciencia.


A finales del siglo XIX y como respuesta a la deriva materialista que la maquinaria del Mundo occidental moderno estaba tomando, se constituyeron diferentes Sociedades Esotéricas e Iniciáticas en la Vieja Europa, nacidas para tratar de darle a un hombre moderno cada vez más perdido, una respuesta espiritual y metafísica de acuerdo a los tiempos que se cernían, y que acabaron dando lugar a dos brutales contiendas mundiales, un sinfín de guerras y los hechos más dramáticos que este planeta ha contemplado.


A nivel doctrinal, se mezclaron doctrinas de corte gnóstico, hermético y rosacruciano, a las que a posteriori se sincretizaron, en ocasiones de manera bastante sui géneris (o ContraIniciática según Guénon), las principales doctrinas orientales. Como ejemplo de esto tendríamos a las sociedades Martinistas, la Antroposofía de Rudolf Steiner, y otras más "oscuras" como la sociedad Ordo Templis Orientis O.T.O o la Golden Dawn de Aleister Crowley.

El excéntrico Aleister Crowley (1875 - 1947).

Lo importante de este período es tener en cuenta que, en el contexto de esa época, el 99% de los escritores, políticos, filósofos, pensadores, científicos... pertenecían de alguna forma a alguna de estas sociedades. Este hecho significa, e implica a la misma vez, que en el 99% de los casos difícilmente hubieran llegado a ser quienes fueron si no hubieran pertenecido y siendo apoyados por las mismas. Este "peaje", que ha sido la principal fuente de ideas de ese cajón de sastre llamado teorías de la conspiración (lo llamarán pacto con el diablo), poco ha cambiado hoy en día, y tendrá su sentido en próximas entradas. En líneas generales, se puede decir que la historia, la política, la economía, la educación, el pensamiento, la ciencia moderna (sí, por supuestísimo que sí) y de manera particular todas las vanguardias musicales, artísticas, arquitectónicas, pictóricas etc... se han escrito y definido de puertas adentro en el seno de estas sociedades.

El Goetheanum (nombre en honor a Johannes Wolfgang Von Goethe) es la sede de la Sociedad Antroposófica. El edificio se encuentra ubicado en Dornach, Suiza. Fue construido después del incendio provocado en la Nochevieja del 31 de diciembre de 1922 al primer Goetheanum, en circunstancias nunca aclaradas, las mismas que envolverían la muerte de su fundador Rudolf Steiner tres años después.

Los aspectos más importantes de este episodio han sido detallados en el capítulo 7 haciendo un particular hincapié en la importancia de la obra del pensador francés René Guénon. Es ahora el momento más idóneo para contextualizar la importancia de la obra de este autor en el tiempo presente, para con ello, comprender la realidad que vivimos desde la perspectiva del auténtico Conocimiento Sagrado no distorsionado.


René Guénon y la búsqueda de la Tradición Primordial.

El pensador René Guénon o Abd al-Wâhid Yahyâ (1886 - 1951).

Guénon publicó unas 25 obras sobre Tradición, buscando durante toda su vida una tradición viva que, después de abandonar la Masonería, dijo creer encontrar en el Sufismo. Fruto de ello, Guénon pasó sus últimos años en Cairo deseando que jamás se creara Tradición alguna sobre los cimientos de su obra, algo que no fue fácil habida cuenta de la cantidad de acólitos que tenía ya por aquel entonces.


Pocos autores han provocado una división, un cisma tan fuerte en las Sociedades Iniciáticas entre partidarios y detractores como la obra del francés. Guénon escribió con un fino bisturí tratando de separar el escaso grano de la muchísima paja, y estableciendo unos criterios, en algunos casos bastante personales, de lo que él vino a llamar la ContraIniciación, poniendo su especial foco en la Sociedad Teosófica de la rusa Helena Petrovna Blavatsky. Si quise detallar este episodio en el capítulo 7 de Magna Ciencia es porque me parecía significativo que gran parte como de los padres de la ciencia moderna como Einstein o Curie estuvieran secretamente fascinados en algunas de las delirantes ideas teosóficas, y la historia tan contrainiciática y a menudo oscura que esta sociedad tuvo con su influencia directa en el posterior movimiento ocultista y místico de la Nueva Era (como ejemplo de esto puedo citar un país como Brasil, en donde se cuentan por millones las personas adeptas a grupos de corte espiritista con creencias que luego algunos mezclan con plantas enteógenas, en un largo etcétera de bizarros rituales a cual más sacado de la manga que el anterior).

Iglesia del Santo Daime.

De todos los calificativos que sobre Guénon se han volcado tanto en positivo como en negativo, no se puede negar que fuera un autor consecuente hasta el final con sus palabras y con su pensamiento en su particular e incesante búsqueda del verdadero Conocimiento y de una Tradición Primordial viva. Y decir esto en el contexto de una época donde la búsqueda espiritual se traducía en la mayoría de los casos en la sempiterna lucha por el poder y el dinero es decir, mucho no, muchísimo en su nombre. Pero creo que es importante, para contextualizar su obra el decir, ya de una vez por todas, que en su obsesión por tratar de encontrar las bases de una Tradición Primordial, Guénon pecó de exceso y de necesidad de ver quizás más de lo que en realidad había.


Durante la lectura de su obra, de la que destaco tan solo cuatro títulos como son La crisis del Mundo Moderno, El Reino de la cantidad y signos de los tiempos, Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos y finalmente Símbolos de la Ciencia Sagrada inmediatamente percibí el problema de fondo con el que se enfrentó toda su vida al tratar de encontrar los lazos con esta Tradición Primordial: el problema del bien y el mal, el problema de la dualidad.

La ocultista y fundadora de la Sociedad Teosófica Helena Petrovna Blavatsky (1831 - 1891).

Las contradicciones lógicas de los Tradicionalistas con la No dualidad.


Por ejemplo, Guénon analizó la tradición Advaita en su obra El hombre y su devenir según el Vêdânta, una obra muy menor de alguien que, no podemos olvidar, jamás viajó a India, y por ello, jamás tuvo acceso a los textos o shastras (शास्त्र) originales interpretados y trasmitidos directamente de acuerdo a un maestro vivo de alguna Tradición del Sāṃkhya, en abierta contradicción con sus planteamientos de base de que una Tradición Primordial debe ser trasmitida de Maestro a Iniciado en forma estrictamente directa y oral. De hecho, y aparte de los títulos referenciados arriba, el resto de la obra de Guénon es, o al menos para mi, menor, bastante menor, y en algunos casos, directamente pobre.


Pero quizás en este aspecto se puede ver más claramente fue en su oposición frontal a la interpretación occidental de la reencarnación que realizó en su obra Los Estados Póstumos del Ser (aunque de hecho es un tema recurrente que trata en varias obras más), en una actitud mucho más reaccionaria hacia las creencias y tergiversaciones modernas que no con cierta base histórica y real. De hecho, en Grecia ya existía el concepto de metempsicosis que incluía la transmigración de almas a partir de la fuerza y el influjo del espíritu inmortal, filosofía importada del Antiguo Egipto con la idea del Ka y el Ba en la que se apoyaría la Tríada Alquímica Espíritu, Alma y Cuerpo que, luego a posteriori en el siglo XVII, los racionalistas desgraciarían al confundir alma con espíritu, y la ciencia moderna después ya ni digamos, al meterlo ya todo en un mismo saco y culminando con ello el estropicio en el summum de la idiotez materialista.

Estatua que representaría el alma o Ka sobre el Faraón Hor de la 13ava dinastía.

La lógica de aquella aversión radicaba en que, por aquel entonces, ya se estaba gestando un renacer del Advaita en algo que se ha venido a etiquetar (más que a llamar) como el Neo-Advaita. Me refiero a pensadores Ramana Maharshi, Nisargadatta Maharaj o Ramakrishna que tanta influencia tuvieron a posteriori en personalidades como Paul Brunton, Alan Watts y en el propio Carl Jung, los cuales y a si mismo también estaban, en mayor o menor medida, muy influenciados desde "el lado occidental" por las ideas teosóficas (de hecho Jung se negó a visitar a Ramana).

Ramana Maharshi (1879 - 1950).

Con todo este telón de fondo, Guénon se vio a venir la futura confusión que esta prefabricada espiritualidad iba a generar en las futuras generaciones. Y la verdad, es que gran parte de razón no le faltó. Efectivamente estas ideas reencarnacionistas mezcladas con otras enseñanzas debidamente edulcoradas han dado lugar a varias lindezas contrainiciáticas, que en la era de la información y las redes sociales se han esparcido y amplificado todavía más por el mundo entero. Es decir, lo normal y lo que debe de ser en la parte final del Kali Yuga, donde la Ignorancia debe de llegar a los niveles más insospechados más le pese a Guénon.


En las próximas entradas voy a tratar de explorar el sentido actual y presente de la búsqueda de la Tradición Primordial no Dual, necesariamente actualizada a los tiempos actuales generados con la crisis del COVID. Empezaremos primero viendo el puente directo que esta establece con las preguntas existenciales más importantes, para adentrarnos en la Ley Natural de la que esta crisis se está alejando cada vez más.


Valença Do Minho, Portugal, 19 de agosto de 2021.

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